Hace poco recorría el centro de la cuidad de Asunción, cuando para mi sorpresa, en una mirada al cielo, veo algo que capta atención: Un edificio de apartamentos, con una vivienda que se destaca por sobre el resto.

Las condiciones de la vida metropolitana, el edificio en altura y los espacios reducidos no impidieron al dueño/a de crear su propio mundo en sus cuantos metros cuadrados.

Existen factores que escapan de nuestro control. Prácticamente todo lo externo a nuestra persona, a nuestra familia, a nuestra empresa, no lo podemos controlar o a veces ni siquiera predecir. Pero el interior… El interior sí lo podemos moldear… Pintar. Refaccionar. Así como nosotros queremos. Hagámoslo hoy. En todos los aspectos de nuestra vida.

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